martes, 13 de mayo de 2008

Que a qué me dedico...

¿Qué a qué me dedico? Eso mismo quisiera saber yo. Hace ya muchos años le comuniqué a mi maravillosa madre y al resto de mi numerosa familia que quería ser actor observando con estupor que, al contrario de lo que yo creía, una bonita ilusión se apoderó de todos ellos y me apoyaron en este arduo camino. Así que comencé a hacer teatro en el instituto, como todos, y cuando alcancé la mayoría de edad logré entrar a estudiar en la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla. No voy a negar las enseñanzas recibidas en la misma, pero puede que el aburrimiento o el exceso de ambición me llevara a montar una compañía con otros compañeros y el profesor de expresión corporal Jose Manuel Martí. La bautizamos como La Factoría Teatro y Martí nos dirigió en un texto suyo: Desacoplados. Con este primer montaje ganamos varios premios y nos fuimos de gira, pero pronto todo comenzó a desmoronarse. Es entonces cuando me convierto en director obligado y construyo un montaje de calle llamado Morfeo, que llevamos al Festival Internacional de Teatro de Calle de Alcorcón. En esta etapa la precaria economía va haciendo mella en nosotros y la compañía, con un futuro prometedor ya en aquel momento, se disgrega completamente. Al quedarme sólo y para poder pagar las deudas que este proyecto generó, vuelvo a trabajar en ese gran puesto que hemos profesionalizado los actores: camarero. Durante seis años trabajo en un bar dejando de lado el teatro, al que tan fielmente había servido, porque en este trabajo nada es lo que parece.Es en este largo periodo cuando desarrollo más seriamente una faceta que había tocado siempre desde lejos y por exigencias de la compañía, la de dramaturgo. Escribo entonces dos obras: Cuando los infiernos lloran y Oráculo 2036. En los últimos meses me embarco en un nuevo proyecto, un monólogo: Asesino. Actualmente estoy en periodo de revisión del texto y empezaré a ensayar en Junio. Puede que en octubre estemos ya sobre escenario. Ya no me queda nada de esa malsana ambición que, tan jóvenes, tan lejos nos llevó; ahora sólo me queda saber si puedo volver a mi hábitat natural o no: la escena. La apuesta es conmigo mismo; el público sólo tiene que apoyarme, si es que le gusta lo que ve.

7 comentarios:

la aguja en el dedo dijo...

hola

raul figueroa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Pués sí, al principio como una bonita ilusión. Ahora, con unos añitos más, la enseñanza que ofrece la vida y cierta madurez, desde otra perspectiva mucho más pausada pero no por ello menos intensa.

Me gustaría leer tus dos obras y, para deleite de mis sentidos, espero verte en Octubre encima de un escenario de nuevo. Cuenta conmigo!

Anónimo dijo...

Hola Raul, soy Ana desde "7 años de mala suerte". Gracias por tu comentario, pienso leerte siempre porque me gusta mucho lo que haces. Y mi cierre es un cierre temporal, así que seas bienvenido..

besos.

ana.

raul figueroa dijo...

Gracias Ana, se agradece mucho el apoyo

Unknown dijo...

Estamos deseos@s de verte de nuevo encima de un escenario.
Estos seis años de asueto han sido una prueba propicia para demostrar tu valía.
"Asesino" un comienzo con mucha fuerza, sigue así.

iepphesk dijo...

buenas me apasiona el teatro a mi también y me gustaría seguir este blog, cómo puedo seguirlo¿